A ese niño vivo, ardiente
sensible y muy vulnerable
que habita en tus entrañas
si eres fuerte! disfrazado,
no por ello degradado
sino acallado y presente
emana cuando lo extrañas
y es cuando vivo te sientes
Y es visible si eres débil
no le opones resistencia,
pues disfrutas la emoción
directa de tu experiencia
y sientes el corazón
vibrar como nunca un día
y saltar de tu alma dolida
el remedio necesario
que pone fin a la herida
A ese niño mi homenaje
a ese niño muy mimado
universalmente amado
mis disculpas por mi trato
muchas veces despiadado
que mi terrible ignorancia
varias veces ha castigado
no solo por arrogancia
sino también por amado.
Daniel Bidolski (2012)
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